Cossete

Las olas atacan a la isla con un ímpetu voraz, pero ella parece inmune a toda clase de hostilidad. Su consuelo es simplemente ser morada de bellas avez migratorias.......

Tuesday, July 22, 2008

Aveces sueño...

Regálame un beso de esos que suenan duro.
Dame también un besito de esos suaves y silenciosos
.
Y por favor no olvides, antes de partir, dejarme una carta
Con tu poesía marcada por tus labios.

Tus labios son lo que más me gusta y tanto más tu poesía.
Versos y besos me saben igual
Con versos y besos soñé anoche y hoy no pude despertar.
Soñé que tu última poesía me traía la agonía
Porque agonía eres para mi.
Soñé que tu ultima poesía me traía la paz, porque
También paz das a mi corazón.

Tu última poesía ha de ser infinita y ha de dejarme
En un sueño profundo para no olvidarte, para no dejarte.
El beso que me traerá tu verso sonará duro, lo presiento;
Tan duro que me fulminará y entonces solo querré morir.
Mas después de morir, tu verso sonará delicado en mis oídos y me dará besitos de esos suaves y silenciosos.

Tuesday, July 08, 2008

Insomnio.

Hace bastante tiempo que sufro de insomnio, pero solo hasta en estos días es que caigo en cuenta de mi mal. Mi cabeza no se detiene y está en un continuo murmullo que sofoca cualquier intento de sueño; mis pensamientos en la segunda hora de la madrugada están a mil revoluciones por segundo y la presión arterial se incrementa, no hay vaso con agua que sirva para aplacar mi respiración jadeante y la cama se me vuelve odiosa y esquiva, aprieto los músculos con fuerza y quiero golpear la pared, me retuerzo y me aguanto las ganas de gritar, no puedo respirar. La tercera hora de la mañana me toma por sorpresa mirando por la ventana y con ganas de llorar; el demonio del insomnio ha mutado ya dos veces: de un opresivo y mudo ataque de ira ha pasado a un lamentable y resignado estado de depresión. Ahora miro a los gatos merodear por la calle y desde mi ventana, como el más desquiciado de los locos, lanzo maullidos tristes que son respondidos por mis pares. En la cera de la calle se forma una larga hilera de gatitos piadosos que me acompañan y me dicen que no soy el único animal nocturno.

La sexta hora y la nueva luz hacen reír a carcajadas a mi demonio quien se creé el vencedor y mis oídos no lo soportan, entro en cólera y tengo escalofríos, me enrollo en la sabana y tiemblo pero ya se como exorcizar a este demonio cruel y demostrarle quién manda a quién; así que a la séptima hora me alisto para subir mi montaña: el demonio le teme a las alturas. Antes que todos despierten ya he salido y voy subiendo, no me miro en ningún reflejo para no escuchar suplicas demoníacas. Miro al suelo para no espantar a rostros felices, pero sobre todo para no sentir envidia de ellos, solo me anima saber que en un par de horas tendré el rostro y el espíritu renovado. Voy subiendo y tengo oídos sordos, voy subiendo y dejo una estela negra por el camino. Este exorcismo me pide llanto pero solo le daré unas cuantas lágrimas. Ahhh! Ya voy respirando mejor y con un padre nuestro le doy una patada en la cara al demonio que me atormentó todos estos días. Adiós y que te vaya mal.

Ay! Este demonio no aguantó ni media montaña, y como yo no soy ningún demonio correré el trecho que me queda… pero no, ahora que me acuerdo la montaña no permite corredores y si algo he aprendido en mi tiempo como escalador es que ella castiga a dichos insensatos. Quizás es porque siempre queda algo de demonio en los que suben y porque si se presume de tener el espíritu purificado no se sube corriendo sino volando, y créanme que aun no me es dado volar.

Ah! El que sube la montaña con prisa y a rápido paso jamás llega a la cima, siempre queda sin aliento antes de tiempo. Peor es la suerte del que baja la montaña corriendo: siempre se da un “totazo” contra la tierra y raspa sus rodillas y manos, los he visto.
En todo caso ya estoy libre y el demonio del insomnio está atado en algún recoveco de la montaña. Bendita montaña que premia a los desesperados que la suben para exorcizar sus demonios, ella le asegura a uno un buen día y una noche con buenos sueños.