Cossete

Las olas atacan a la isla con un ímpetu voraz, pero ella parece inmune a toda clase de hostilidad. Su consuelo es simplemente ser morada de bellas avez migratorias.......

Tuesday, January 08, 2008

En Boyacá......



















Y sí…. Me fui para Boyacá desde el 27 de Diciembre; pasé el 31 por allá con la familia paterna y todo estuvo bacanísimo: estuve con mis primos, que no veía desde hace 8 años, con mis tíos y tías y visitando pueblitos a los que me llevaron cuando yo tenía 2 añitos… Visite un pueblito que se llama Corrales, donde nació mi papá y donde supuestamente comenzó la estirpe que lleva mi primer apellido... pero que chimba de lugar... es pequeñito y todas las casas tenían alumbrado navideño, el parque central estaba totalmente iluminado y la gente es muy amable (ver la foto).
Allá me pegue una borrachera ni la hijuemadre con un tío y dos primos, comenzamos a tomar el 30 de enero por la tarde, aguantamos el frío de la madrugada a punta de ron, aguardiente y cigarrillo y terminamos el 31 a las 6 de la mañana, con dolor de cabeza, un leve olor a vomito y el hígado vuelto mierda, tirados en la sala de la casa de un amigo de la familia, que en verdad nunca supe si era amigo o familiar, lo único que sé es que la pasamos bacanísimo con los hijos de ese señor..
Después, por la tarde y sin haber descansado nos fuimos para Duitama, aun estábamos sonsos por el guayabo almorzamos y a dormir… hasta las 7:30 pm. Como seria el guayabo que me acosté sin camiseta y no sentí frío sino hasta que me bañé…. Como a las 9 pm ya estaba como nuevo y con ropita nueva…(el estren) y los que se disponen a seguir bebiendo…tomé hasta que me zumbaron los oídos..
El primero, al medio día se hizo un asado lo más de bueno y hablando mierda, porque eso es lo único que puede hablar un grupo de enguayabados….
El dos, nos fuimos para otro pueblito que se llama Otengá… de allá no me quería ni venir… como será que me acuerdo y me quiero devolver…. Ese pueblo es lo máximo, alguna vez en mi vida tengo que conseguir una finquita por allá…. Hicimos lo mismo... tomar y tomar, claro que no hasta emborracharnos.
En general, desde que llegamos a Boyacá no nos faltó una cerveza en la mano y cualquier conversación estuvo acompañada por traguitos bien fuera de aguardiente, ron o de cuanta bebida alcohólica existe…. Hasta que ya el aliento fue inflamable
Fueron 10 días inolvidables

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